3 de noviembre de 2011

P. 4

Aún no puedo creerme como podía enamorarme de ti todos los días. En serio. Me quedaba pensativo preguntándome si el amor por ti se podía contar con las estrellas. Pero no, faltan estrellas, muchas.
Mi amor, las estrellas, tú, cariño, mi cielo.
Pero se hizo de noche, y tu te tuviste que ir, ¿no? Te llevaste contigo mi sol, y las nubes. La luz no es para siempre. Existe la oscuridad que te alejó de mi. Para siempre.
Nunca vi la luz de nuevo.
¿Sabes lo que se siente al no ver el amanecer? ¿No?
Es lo peor, no ves nada, y aún vives.
¿Pero sabes lo que se siente al saber que no va a amanecer nunca? No, ¿verdad?
Pues aunque no lo parezca, es peor que lo otro.
Eso es lo que siento al saber que nunca volveré a verte. Ni a oír tu voz. Ni a ver tus ojos.
Desde el día que te fuiste, ya no vi el amanecer.

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